La Migrante Haitiana 2 EMPEROR69


 Continuación…

Pasó la noche, pasó otro día y no la vi por donde siempre, dejé pasara ese día masturbándome múltiples veces pensando en ese mujerón, al siguiente decidí ir a buscarla durante la hora del almuerzo, ya que no había mucho trabajo y podía tardarme mas de la hora, y me dirigí al refugio donde decía que se alojaba, la encontré saliendo de él, esta vez traía un legging negro, que parecía quererse reventar en cualquier momento, me vio y sonrió con esa grande boca con esos labios gruesos, sus pómulos se remarcaron, su barbilla afilada resaltó, traía recogido su cabello con una valerina pequeña, llevaba puesta ahora una playera con un pequeño escote en v, como quiera que fuera, una mujer con un cuerpo de artista porno no puede ocultar fácilmente lo que tiene, no tan exagerado como la pornstar Maserati, mas bien como del cuerpo de Osa Lovely, no un cuerpo con sobrepeso, sino proporcionado casi llegando a los 65 kg, pero como 35 abajo y 30 arriba, 10 kg de nalga, 4 de tetas y otros 20 de piernones, lo demás repartido entre las partes restantes y órganos, unos 160 centímetros de estatura, estatura media en mujeres, acá en México es un tamaño respetable, ya que la mayoría mide menos de esa altura.

- Hola que tal hermosa, ¿Cómo estás?

- Hola, bien joven, solo que con un poco de hambre.

- Ah mira que casualidad, si gustas vamos, te invito a comer (no se lo pensó mucho y ahora accedió a subirse al auto conmigo)

- Muchas gracias, la verdad que si tengo hambre.

- Te voy a llevar a una cocina, ahí si que te llenas.

- Gracias, y usted, ¿salió a almorzar?

- Así es, como no hay tanto trabajo me dije a mi mismo, porque no mejor me voy a mi cocina favorita y de paso a ver si encuentro a Rosita, y pues heme aquí (sus muslos en el asiento se transparentaban a través de la delgada prenda, sus tetas se juntaban aun mas y temblaban en cada tope y movimiento por los caminos disparejos de Tuxtla).

- Ah que bien, yo también estaba pensando en usted, en lo que me dijo de trabajar, solo que hay un detalle.

- ¿Y que has decidido mujer? ¿si me vas a hacer chambas?

- Si Kevin, pero…

- ¿Qué pasa?

- Es que aun no nos vamos a ir, al menos mis hijas y yo no, mi hermana se va mañana.

- ¿Y por qué tu no?

- Antoine no pagó todo, solo pagó dos pasajes, los demás no los pagó, creo que traía el restante en el viaje.

- Y, ¿por qué crees que habrá hecho eso?

- No lo sé, para mi que su plan era quedarse acá, nunca me lo dijo, también se me hace que se gastó el dinero, y de todos modos el podía hacer lo que quería porque él consiguió todo.

- Pero si son dos pasajes, ¿qué va a pasar con el otro? (que se pone a llorar, sollozando me contesta, le ofrecí papel sanitario para limpiarse las lágrimas).

- Se va a llevar a mi hija más grande mi hermana.

- Si pues, supongo que la mas pequeña aun no puede vivir sin ti.

- Si, es aún una bebé.

- Y para ser una responsabilidad tan grande, ¿Cuántos años tiene tu hermana?

- Tiene 13 años.

- Ah, ya está creciendo entonces.

- Si, ya, y como es como su hermana mayor de mis pequeñas, al menos mi niña no se va a sentir sin compañía, si nos vamos a extrañar, pero no hay de otra (suelta más llanto).

- Ay amiga, y se va a ir  en bus, supongo.

- Sí, a ver si no la bajan rápido.

- ¿Que trayecto tomará?

- No lo sé, pero tiene que llegar a Laredo, pasando por Veracruz.

- Oh ya, entiendo, pero si es muy probable que la baje la migra eh.

- No me diga eso.

- Así es, ya llegamos, ahorita te explico mientras comemos.

- Si por favor.

Nos sentamos en una mesa al fondo, pedimos comida del día, casi inmediatamente nos sirvieron, ella se puso a comer como desesperada, le dejé que comiera el primer plato de dos turnos que acostumbramos acá en México en los lugares donde venden comida por platillos.

- ¿Está rica?

- Si, muchas gracias.

- Sabes, creo que les puedo hacer un favor.

- ¿Otro?

- Sí, claro que no va a ser de a gratis, pero, lo que van a gastar de pasaje de aquí a donde van a ir yo se los podría cobrar para la gasolina, y así no las bajen del autobús, ya hasta la ciudad de México se irían por su propia cuenta.

- ¿En serio harías eso?

- Por supuesto, para que veas que quiero ayudarlas.

- ¿Cómo estoy segura de que no vas a defraudarnos?

- Uy Rosita, te vas a quedar en mi casa, te voy a dejar la llave de la entrada, es mas, hasta te dejo gasolina para que le prendas fuego a la casa si no sabes noticias de tu hermana pronto y hasta que llegue a la frontera (sus ojos llorosos y tristes me observaban, acabando de decir eso que se me lanza a abrazarme).

- Muchas gracias Kevin, eres una gran persona, ¿Por qué eres así? ¿Qué quieres de mi eh? Yo se que las personas no son amables por nada, nunca lo son.

- Por favor, Rosita, no todas las personas somos malas, ¿o que no te topaste a las señoras que les dan de comer en la bestia? ¿todos los que te dejan lavar sus parabrisas hacen algo por ti, ya sea poco o mucho pero así somos muchos mexicanos, hacemos el bien sin mirar a quien, además me vas a pagar la gasolina y te voy a tener aquí en mi casa para todo lo que hay que hacer, y solo te voy a dar techo, agua y de comer eh, mientras estés acá, nada es gratis en esta vida, tu te tendrás que ganar mi confianza desde el primer momento que te confíe la casa en que rento, desde mañana vas a empezar a chambear en cuanto vayas viendo lo que avanzamos.

- Bueno, siendo así acepto las condiciones.

- Muy bien Rosita (mientras terminamos de comer le empecé a decir todo lo que tenía que hacer con sus parientas, y lo que iba a hacer yo para que todo saliera a la perfección y esa noche descansaran en el garaje de mi casa, terminamos de comer, nos levantamos para irnos, le acaricie la sedosa piel de sus hombros)

- No te preocupes Rosita, todo saldrá a la perfección, tengo unos contactos que harán también que tus niñas lleguen con bien hasta la frontera, supongo que, ¿tienes lo que se gastará de la Ciudad a la frontera, ¿no?

- Si, ya tengo todo preparado, afortunadamente ese dinero de los pasajes si me lo dio Antoine antes de morir, se me hace que ya se esperaba lo que le pasó y por eso me lo dio.

- Muy bien, entonces, ahorita te llevo al albergue y prepara todo para que esta noche duerman en mi casa, yo regresaré al trabajo, salgo a las cinco y de inmediato me voy a casa, las espero a las seis.

- Vámonos entonces, todavía tengo que sacar para darle de cenar al rato a mis niñas (ya dentro del auto espero a contestarle, pongo mi mano en su piernón)

- Ay Rosita, (aprieto su piernota y la palmo, como hombre que soy, yo sé que la confianza y seducción empiezan con acciones como esta, si la mujer se deja se apendeja, poco a poco vamos agarrando confianza y cuando menos se dan cuenta están besándonos apasionadamente si nos encuentran atractivos y conquistadores, empezamos con una caricia leve, nuestras palabras y acciones van convenciendo y junto con ellas, las caricias van subiendo).

- No necesitas comprar comida, yo tengo todo en casa, y mientras estén conmigo, nunca les va a faltar techo, vestido y comida.

- ¿En verdad?

- Claro, pero te digo, todo depende de que le eches ganas igual mi reyna, nada es gratis.

- Muchas gracias, entonces solo tendré que esperarlo en afuera de su casa.

- Como quieras Rosi, si quieres despídete de tus conocidos, ve a visitar algo de esta ciudad que te guste, es mas, necesitas algo de dinero para que vayas a pasear (saco 200 pesos), toma, si quieres ve a pasear o cómprales algo a tus criaturas, no es mucho, pero les alcanza para pasear un poco y comprarse algo, anda tómalo, llegamos a su refugio).

- Muchas muchas gracias Kevin (se me lanza a la cara y me pega un beso en la mejilla, se despega de mi mejilla y me sigue abrazando, puedo sentir sus pechos en mi codo, mientras siento en mis manos la calidez de su piel)

- No hay de que Rosi hermosa, no hay de que (su entrepierna se haya a centímetros de mis manos, hasta puedo sentir el calor que se desprende de ella, se me empieza a endurecer la polla, ella se despega y con lagrimas en los ojos me dice).

- En serio gracias, al rato nos vemos precioso,

- Adiós reynota.

Lo de precioso algunas mujeres lo usan para tratar con cariño cuando hay alguna estima o coquetería, lo de reynota es para halagar a una mujer, pero ya con intenciones mayores, veo que se acomoda el legging y se lo sube hasta su barriguita, que claro, está algo flácida, no en balde tres embarazos que tuvo, pero a mi me importan sus demás atributos, sus defectos quedan minimizados por ellos, acomodándose su legging puedo ver que se marcan sus carnosos labios vaginales y se voltea para mostrarme la raja de sus culo, a veces la mujeres coquetean y seducen sin darse cuenta, solo por instinto.

En el trabajo me la pasé recordando esa última escena y con una erección a tope, tenía que esconder mi bulto, o le picaría un ojo a alguien, largas se me hicieron las horas para salir, así como mi verga de larga por causa de ese moreno culazo. Al salir de mi trabajo, ni si quiera despedí como siempre, solo tenía ganas de llegar a esas enormes nalgas para seguir contemplándolas, acelero en el camino, llego a mi destino, y ahí están ellas, ella tan voluptuosa, su hermanita, que apenas empieza a embarnecer, sus niñas que se ven alegres a pesar de todo.

- Hola que tal, ¿Cómo están? Mucho gusto muñequitas, amiguita, amiga, tienes unas hermosas damas por familia, como se parecen eh, se ve que a alguien sacaron su belleza.

Su hermanita chiveada, sus niñas preguntando por mí, ella sonriendo como no lo había hecho en estos días conociéndola.

- Ayúdenme a abrir porfa para meter el carro.

Rosa se apresura a ayudarme, meto el auto, me bajo y las invito a pasar, les ofrezco asiento, unas bebidas.

- Bueno, voy a preparar donde se van a quedar, ayúdame, Rosi, por favor.

- Si joven.

Acomodamos unas colchonetas en el cuarto de servicio que se van a quedar, les explico que hay un baño afuera, con todo incluido, la casa es grande, pero no las iba a dejar entrar libremente a ella, prácticamente las dejé en el cuarto de servicio, afuera en el césped jardín y la piscina, todo lo demás estaba a parte, es donde vivía yo, si dejé entrar a la casa a Rosa, es porque ella se lo ganó, estuvimos acomodando y limpiando, yo como no queriendo le rozaba su redondo culo, sus carnosas piernas, sus abundantes tetas, bromeaba con ella, ponía mi mano en su cintura, acariciaba sus brazos, le estaba calentando sin ella darse cuenta.

- Bueno, ya terminamos, ya pueden establecerse aquí (me di vuelta y no vi que estaba agachada con su culo apuntando a mi, fue inevitable chocar mi regazo con sus abombadas nalgas), ay, Rosita, perdón.

- No se preocupe joven, al menos no me tiró.

- Jejeje ok, ahora Rosita, diles que se vengan para acá y tu me vas a acompañar a buscar cosas para que cocines.

- Si Kevin, les digo.

Pasaron a ocupar el cuarto, ella pasó a la alacena conmigo, en ese pequeño espacio, me aproveché del espacio y le rocé su culazo con mi medio marcado bulto, fue solo un momento, pero sentía que me venía de lo caliente que estaba, ella pareció darse cuenta de mi estado viril, pero no hizo algo al respecto, solo se rio por el pequeño choque, hicimos de cenar y nos dispusimos a cenar, ella todo el tiempo estuvo feliz, y hasta puedo decir que con una actitud coqueta, terminamos de cenar y les mencioné el plan, todos nos fuimos a dormir, le mencioné que podían bañarse, lo que no le mencioné es que había cámaras funcionando, si se dio cuenta, al otro día me lo dijo, pero esa es otra historia, yo solo me apresuré a espiarla a través de las cámaras y masturbarme en cuanto se desnudó para ducharse, el día después fue toda una aventura.

Continuará…

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